Discurso íntegro de nuevo presidente del Senado Carlos Montes

Discurso íntegro de nuevo presidente del Senado Carlos Montes


Mis primeras palabras son de gratitud para las senadoras y senadores, sin excepción.
Agradezco, especialmente, la confianza de los senadores socialistas. Por cuarta vez asumimos esta alta responsabilidad. Salvador Allende, Camilo Escalona e Isabel Allende me antecedieron.
Agradezco a las senadoras y senadores de la DC, del PPD, a los Independientes y al senador de RD.
Saludo la asistencia de personalidades, dirigentes sociales y juveniles de diversas comunas.
Me emociona la presencia una delegación de La Florida, comuna donde nací, inicié mi vida política, a la que representé como diputado y que jugó un rol muy determinante en mi elección como Senador.
En forma muy especial, agradezco a mi señora Gloria Cruz, compañera de toda la vida, compañera en la clandestinidad, la cárcel, el exilio, el retorno, y el Parlamento. A mis hijos, Andrés, Javiera y Juana, a mis nietos, yernos y nuera.
Saludo también a mis hermanos y amigos.
Saludo al equipo de mi oficina parlamentaria con los que tanto hemos construido.
Saludo a los funcionarios de la Corporación y en especial al Secretario General don Mario Labbé, que cumplen un rol central en la marcha de esta institución.
Recuerdo, también, a seres muy queridos que no están. Los represento en mi amigo y compadre, Juan Maino Canales , detenido desaparecido. Personifico en él mi compromiso permanente con las víctimas de la Dictadura.
Quisiera, además, testimoniar mi afecto a quien me antecedió en este cargo, el senador Andrés Zaldívar. Valoro profundamente sus cualidades humanas, su trayectoria de servicio público y su capacidad y sapiencia política.

EL MOMENTO POLÍTICO
Este saludo protocolar tiene un peso simbólico que no puedo desconocer.
Se inicia formalmente un nuevo período legislativo. En algunos minutos comenzará, también, su mandato el Presidente electo, Sebastián Piñera.
Se abre un ciclo marcado por una nueva composición del Parlamento y exigencias crecientes.
Una ciudadanía impaciente y un sistema político fragilizado demandan del Senado un rol central en la deliberación nacional y en proponer lineamientos nítidos.
Es muy importante identificar con claridad los desafíos de nuestro quehacer.

Somos representantes de la ciudadanía. No tenemos otra función ni otra base de apoyo. Por ello es extremadamente grave que sea justamente allí donde esté la mayor debilidad de esta institución. Desprestigio, desconfianza, distancia se han vuelto comunes en la relación con quienes nos eligen.
Tenemos que tratar de comprender sus raíces más profundas. Analizar sus significados y riesgos.
Entender qué pasa en el mundo y en Chile con la política.
Comprender los factores de la transición que han confluido.
Buscar en la institución y nuestras conductas la causa del sentir ciudadano.

EN BUSCA DE LA POLITICA
La política está cuestionada en el mundo entero. Especialmente entre los jóvenes.
El cambio climático, las migraciones, sistemas de información con graves falencias de gobernanza o la amplitud del narcotráfico generan temores e inseguridades.
Esto se suma a la ya sistemática inestabilidad económica y la precarización de los empleos, generando un cuadro de incertidumbre y liquidez.
Los individuos demandan más a las instituciones: quieren ser reconocidos y apoyados en su diversidad y en sus necesidades.
Y la política no tiene respuestas.

Bauman lo explica señalando que el poder se ha separado de la política. La deliberación en aspectos sustantivos escapa a las instituciones democráticas. Se traslada fuera de las fronteras e incluso al margen de la política, a entidades multilaterales, transnacionales o clasificadoras de riesgo. Sin autoridad democrática y sin límite ni control.

Las perspectivas no son alentadoras. Rosanvallon sostiene que esta desconfianza durará 10 ó 20 años, a lo menos. Explica que el ciudadano ya no entrega toda la soberanía, sino que conserva una parte, ejerciéndola como control y descontento. Le llama la contrademocracia.
Esa es la complejidad del deterioro de la política en el mundo.

UNA TRANSICIÓN CON LUCES Y SOMBRAS
En Chile el descrédito de la política tiene, además, razones propias, vinculadas a la historia reciente.
La dictadura impuso un modelo neoliberal, con implicaciones en la economía, en el Estado, en la cultura, en la sociedad y los individuos. Es el marco en que hemos actuado para intentar transformarlo. Aún requerimos una Constitución que represente un mínimo común y un horizonte compartido.
La transición enfrentó serias restricciones. El proyecto Böeninger, que constituyó a la Concertación, puso en el centro el crecimiento económico y la reducción de la pobreza, para consolidar la democracia. Quedaron postergados la superación de enclaves autoritarios y un desarrollo más armónico.
Se aceptó que los grupos económicos tuvieran incentivos y facilidades. Se privatizaron bienes públicos.
Como no recordar a Judt, que ve en la reducción de lo público en las sociedades neoliberales una de las causas del descontento. Buena parte de la ciudadanía sólo percibe lo negativo de lo estatal y sus instituciones: los impuestos, las regulaciones, las carencias, sin tener beneficios perceptibles.
El país vivió un período largo de crecimiento y modernización. La pobreza disminuyó drásticamente. Los sectores medios accedieron a nuevos bienes y servicios. Posteriormente, se ampliaron de manera notable las libertades políticas y culturales.
Sin embargo, se acumularon desigualdades y abusos. Surgen hechos de corrupción y colusión. Un sector minoritario concentró gran parte de los ingresos y la riqueza. Se fue generando un muro que separaba a la elite política de la sociedad.
No modernizamos las instituciones para evitar privilegios, ni fortalecimos las organizaciones y la participación social, ni hicimos más plural el sistema de medios de comunicación.
Las nuevas clases medias, hijas de la transición, están orgullosas de lo que han logrado con su esfuerzo. Quieren seguir avanzando, con más derechos y bienestar. Pero desconfían de lo colectivo; no encuentran justificación para los costos de la solidaridad o para mayores exigencias de deberes.
El Gobierno de Michelle Bachelet, con mucho coraje, se propuso enfrentar las bases estructurales de la desigualdad, especialmente en educación.
Se lograron avances muy importantes en diversos campos: fortalecer la educación pública en todos los niveles, gratuidad en educación superior, construcción de hospitales y jardines infantiles, se recuperan estándares históricos de la vivienda social, se elevan los parámetros ambientales con un salto histórico en energías limpias y la ampliación sustantiva de las áreas protegidas, se supera el binominal, se establece el voto de los chilenos en el exterior y se abre la posibilidad del aborto por tres causales.
Reconozco que hubo problemas en la conducción política y en la implementación de algunas reformas, pero Chile recuperó condiciones propias de las democracias.

LAS CRÍTICAS AL PARLAMENTO Y AL SENADO
Hay también cuestionamientos que derivan de la percepción acerca de esta institución y sus miembros.
Es indispensable que los analicemos con crudeza y actuemos para responder y superar.
¿Qué se dice del Parlamento y el Senado? ¿Por qué la valoración positiva no alcanza los dos dígitos?

Abusadores y privilegiados.
Una crítica que se repite es que somos abusadores y privilegiados, que tenemos sueldos muy altos y beneficios por encima de cualquier ciudadano.
La dieta establecida en la ley es similar al sueldo de un Ministro: $ 9.300.000 brutos. Descontando impuestos y cotizaciones sociales son alrededor de 6 millones mensuales. Son muy altos para la vida y para el ingreso promedio y eso provoca irritación.
Se agregan también acusaciones falaces. Los parlamentarios tenemos el mismo sistema de cotizaciones previsionales y de salud que todos los chilenos, no tenemos jubilaciones especiales, como se dice en algunas cadenas que se copian de otros países.
Para enfrentar la crítica a los privilegios y abusos es necesario:
• En primer lugar, la total transparencia. La ciudadanía debe contar con toda la información.
• En segundo lugar, es indispensable que asignaciones y dietas, sean revisados periódicamente, para ver alternativas de ajuste entre ingresos y gastos parlamentarios.
• En tercer lugar, debemos recoger las observaciones que puedan realizarse para mejorar el uso de determinados ítems, como las asesorías externas.

Corruptos
Los ciudadanos perciben, además, que todos los políticos y, en particular, los parlamentarios, somos corruptos.
Esta opinión se ha formado a partir de algunos casos concretos, pero enloda a muchos que realizan su labor honestamente y con seriedad.
El financiamiento irregular de campañas por parte de PENTA Y SQM, el caso CAVAL y la ley de pesca, tuvieron un impacto demoledor en las instituciones políticas y en los políticos.
El aporte de empresas se cuestionó desde los ‘90. La derecha se negó a aprobar el financiamiento público. Sólo lo aceptó el 2003, exigiendo mantener esos aportes reservados. Algunos insistimos en la necesidad de una transparencia total.
Las campañas elevaron fuertemente sus costos. Los aportes legales se hicieron insuficientes. Las empresas solicitaron facturas para ampliar sus donaciones. Diversos casos han sido investigados.
El Gobierno y el Parlamento asumieron esta situación con decisión.
Se promulgó, por unanimidad, una de las leyes más estrictas y duras en el mundo sobre la relación entre dinero y política. Las empresas ya no pueden donar a las campañas; se fortaleció al SERVEL para fiscalizar y se establecieron drásticas sanciones, que incluyen la pérdida del cargo.
Hoy existen complejidades procesales para establecer el delito de cohecho. Es necesario perfeccionar esa normativa y elevar las sanciones, asegurando penas de cárcel a los responsables.

Parlamentarios inútiles
La tercera crítica es que los parlamentarios no aportan y hacen mal su trabajo.
El juicio crítico proviene de algunas leyes defectuosas; problemas sociales no resueltos por décadas y leyes que perjudican a grupos específicos.
La crítica más sostenida surge de temas muy sensibles que no se resuelven: las pensiones y la vejez, los niños y el SENAME, los discapacitados, los pueblos originarios, la desprotección de los trabajadores; la migración, la deuda histórica de los profesores, los abusos empresariales, el transporte público, etc.
Gran parte de estos temas no son de iniciativa parlamentaria sino de los Gobiernos.
En definitiva es una crítica a todo el sistema político que se focaliza en el Parlamento y los parlamentarios.
¿Qué hacemos ante este panorama?
¿Nos seguimos escondiendo en la tecnocracia para evitar el difícil proceso de dialogar, procesar y llegar a acuerdos para satisfacer los intereses plurales de la sociedad actual?
¿O nos dejamos tentar por los populismos de diversos signos?
Claro que no.
La respuesta es que trabajemos con seriedad en perfeccionar nuestra democracia y en construir un nuevo modelo de desarrollo, devolviendo la valoración que debe tener el Parlamento, el principal foro de Chile.
Esa es la dura tarea que tenemos por delante. Volver a reconquistar a esa ciudadanía y dar prueba de la utilidad de nuestras instituciones.
Debemos abrirnos a hacer nuevos esfuerzos y a explorar con humildad otros caminos.
Para revertir las críticas al Senado tenemos que intentar avances al menos en dos dimensiones:
– Mejorar la calidad del debate y las leyes, y
– Cambiar nuestra vinculación con la ciudadanía.

UNA MEJOR CALIDAD DEL DEBATE POLÍTICO Y VALÓRICO Y MEJORES LEYES
El debate del Senado debe intentar aportar a dar sentidos y contenido a la vida en sociedad, junto con responder oportunamente a las demandas y problemas de la ciudadanía y el desarrollo nacional.
La vida misma ha demostrado que hay situaciones frente a las cuales no logramos construir respuestas apropiadas.
La debilidad de enfoques frente a la realidad de los niños es un ejemplo contundente. El deterioro de la vida en los barrios y calles por el narcotráfico y la inseguridad es otra expresión. Lo mismo ocurre con los fenómenos naturales que provoca el cambio climático y que no sabemos tratar.
En estos y otros desafíos tenemos que crear espacios de construcción y creación de respuestas con ideas e iniciativas de las organizaciones sociales, los partidos, el Parlamento y el Gobierno.
Hay otros desafíos en que existen abiertas diferencias y contradicciones que hay que reconocer y procesar con respeto a la diversidad. Una democracia también es fuerte cuando asume diferencias y no los elude en falsos consensos.
El sistema de seguridad social, la salud, la educación, la ciudad, los derechos laborales, la verdad y justicia en relación a nuestros detenidos desaparecidos y ejecutados políticos, el rol de lo público y el Estado, el modelo de crecimiento y desarrollo, los pueblos originarios, son temas en los que la sociedad nos exige avanzar.
Las diferencias son valóricas, de visiones del ser humano, de opciones fundamentales. Es indispensable profundizar la deliberación política y valórica.

Creo que debemos mejorar la formación de la ley. Es necesario priorizar y diferenciar el tratamiento de los proyectos, iniciando el debate de los más exigentes con un informe de la secretaría que contenga un análisis histórico y comparado de la materia y que enuncie los temas principales de controversia.
Asimismo, hay que fortalecer el debate en general en Sala, con un par de intervenciones de personalidades, con las posiciones de cada bancada, para después abrir la discusión.
Y antes del debate particular en Sala, estimo que los proyectos deben ser analizados en su consistencia y racionalidad técnica y jurídica por un equipo de secretarios abogados.
Hacer buenas leyes es un desafío prioritario.
Con este objetivo, parece aconsejable reformar la Biblioteca del Congreso Nacional, una valiosa institución que opera con 12 mil quinientos millones anuales. Es necesario cambiar el gobierno corporativo y orientar aún más su trabajo a apoyar la labor de los parlamentarios y las comisiones. Esto sólo es posible en acuerdo con la Cámara de Diputados.
Por último, requerimos potenciar la relación con el sistema de educación superior, especialmente estatal y el mundo científico. Debemos ampliar su aporte a la reflexión y el debate político.

CAMBIAR LA FORMA DE RELACIONARNOS CON LA CIUDADANIA
Creo que al Parlamento le hace falta escuchar más.
Estudiar más los cambios económicos, científicos y sociales. Conocer mejor la subjetividad y las ambivalencias de las personas.
Requerimos un Senado con más horizontalidad.
Es importante ampliar los canales de diálogo ciudadano. Mensualmente, la mesa del Senado y a lo menos un representante por Bancada, debiéramos reunirnos con sectores sociales, especialmente jóvenes, en Santiago y Regiones, oyendo sus preocupaciones, observaciones, críticas y propuestas de ley y políticas públicas. Todo esto difundido por redes sociales y televisión.

También tenemos que informar mejor.
Es indispensable rediseñar la política de comunicaciones del Senado. Nuestros medios, a los que destinamos 3 mil millones anuales, deben aportar más y mejor información, que los ciudadanos tengan fácil acceso a lo que se hace e intenta hacer; que conozcan las limitaciones para avanzar y los ejes del debate, en términos didácticos y simples.
Debemos incentivar la formación y participación cívica. Al Parlamento no puede serle indiferente la apatía y el deterioro de la democracia, de la cual es su máxima expresión. Debemos participar en escuelas y liceos periódicamente.
Espero avanzar en que el edificio del Senado en Santiago se transforme en un Centro Cultural de Formación Cívica para los ciudadanos. Tenemos que recoger las valiosas enseñanzas del Congreso del Futuro para interactuar en cursos, talleres, foros sobre temas que soliciten los ciudadanos o que plantee el Senado.
Quisiera destacar que este año se cumplen 50 años de Ley de Juntas de Vecinos, una tipo de organización surgida en los cerros de Valparaíso. Organizaciones vitales en la construcción de mejores barrios, comunas y redes ciudadanas. Espero que podamos desarrollar diversas iniciativas.

Ya concluyendo, me detengo para una opinión política.
Soy de izquierda y socialista.
Creo que es vergonzosa la desigualdad y abusos de nuestro Chile. Aspiro a un Estado moderno, ágil, con capacidad para articular un mejor país.
Tenemos inmensas potencialidades y creo en la necesidad de industrializar el país, formando profesionales e investigadores de primer nivel.
Pienso que los dilemas políticos del Partido Socialista y de toda la centro-izquierda, tienen que centrarse en la búsqueda de alternativas para reconstruir nuestra presencia y proyecto frente a la sociedad, frente a la nueva sociedad.
La discusión sobre cuán duros o blandos actuar como oposición es poco lo que aporta.
Espero que el Tribunal Constitucional no produzca una inútil polarización por la destrucción de las leyes de educación superior.
Lo que se desprende de lo ocurrido en los últimos años y en las pasadas elecciones, es que tenemos una sociedad muy distinta, mucho más heterogénea, con otros desafíos, otros intereses y realidades.
Trataré de contribuir, desde esta tribuna, a esa reflexión y a la unidad de las fuerzas progresistas.

Senadoras y senadores.
Haré cumplir las normas y respetaré los derechos de todos. Si en algún momento me equivoco conversémoslo para revisar. Desde ya pido disculpas.
Tendré una respetuosa coordinación institucional con el Presidente Sebastián Piñera y su Gobierno, en todo lo que corresponda al trabajo legislativo.
Creo en la necesidad y la fuerza del diálogo en la diversidad. No todo debe ser discrepancia ni tampoco acuerdo.
Estoy convencido que el Parlamento -y en particular el Senado- es una institución fundamental de la República y determinante en la calidad de la democracia y de la política.
Estoy convencido que a mayor deterioro de la política, el mercado desregulado se impone con mayor fuerza en la sociedad, con las desigualdades y abusos que conlleva.
Estoy convencido, también, que a la actual generación de dirigentes y parlamentarios nos corresponde la responsabilidad de asumir con franqueza y decisión los desafíos de este momento tan particular.
No podemos seguir como si todo fuera natural.
No podemos seguir insertos en una institución transformada en una especie de fábrica de leyes, sin un rol político y cultural claro y sin asumir las dificultades.
Como Presidente espero hacer una contribución modesta, pero decidida a dar nuevos pasos en la calidad de nuestro debate y en la relación con la ciudadanía.
Muchas gracias.

Senador De Urresti destacó el inédito e histórico proceso participativo tras el proyecto de nueva Constitución


La Presidenta Michelle Bachelet firmó hoy el proyecto de Ley de Reforma Constitucional que establece una Nueva Carta Fundamental para Chile, y que es resultado del Proceso Constituyente iniciado en octubre de 2015.

El senador Alfonso De Urresti, presente en la ceremonia, destacó el carácter participativo que tuvo el proceso constituyente. “Este proyecto es producto de un largo proceso, donde más de 200 mil personas y pueblos indígenas participaron de los encuentros autoconvocados y de los cabildos constituyentes”, aseveró el parlamentario.

De Urresti destacó la necesidad que Chile tiene de una nueva Constitución y expresó su confianza que esta iniciativa también sea recogida por el nuevo Gobierno y sectores de la derecha. “No me cabe duda que hay sectores liberales de la derecha, dentro del gobierno, que quieren una Constitución que sea democrática, que sea discutida entre todos, no que tenga resabios de la dictadura”, subrayo el senador socialista.

Cabe recordar que entre abril y agosto de 2016 participaron 204 mil personas que dialogaron en Encuentros y Cabildos Ciudadanos. Y otras 17 mil personas que participaron en la Consulta Indígena Constituyente. El resultado de ese diálogo fue procesado sistemática y respetuosamente por el Consejo Ciudadano de Observadores y el Comité de Sistematización, dando lugar a las bases ciudadanas del Proceso Constituyente. A partir de esas bases, se elaboró el texto del actual proyecto de Nueva Constitución.

El legislador del PS hizo suyos los argumentos de la mandataria, quien respecto del contenido del proyecto, dijo que “propone una nueva manera de comprender los derechos fundamentales y la estructura de poderes del Estado, sosteniéndose en los valores basales de nuestra sociedad, como son los de la dignidad, la libertad, la igualdad, la solidaridad, el respeto de los derechos fundamentales de todos los seres humanos”.

De Urresti también destacó que la Jefa de Estado haya enfatizado que la propuesta constitucional “reconoce a los pueblos indígenas como parte fundamental de nuestro orden constitucional, debiendo el Estado promover y respetar su integridad, sus derechos y su cultura. Al mismo tiempo, se les reconoce el derecho a contar con representación parlamentaria en el Congreso Nacional y se hace cargo de nuestra deuda histórica con los pueblos indígenas, reconociendo sus derechos culturales y lingüísticos”.

La pena de muerte es un retroceso


Por Rafael Ferrada, abogado U. de Chile, asesor y colaborador Instituto Igualdad;   y Rodrigo Medina, abogado PUC y académico de Derecho Penal.

El grave caso de abandono, maltrato y posterior parricidio de la menor Sophia, es un acto condenable que ha abierto un debate en torno al restablecimiento de la pena de muerte en nuestra legislación. Dicha medida puede ser muy popular en la ciudadanía y contar con un respaldo amplio, pero creemos firmemente que la misma es un retroceso para el desarrollo del país, aparte de ineficiente, como pasamos a exponer a continuación.
Un primer argumento, es exclusivamente de carácter jurídico, el regreso de la pena de muerte es inconstitucional. En el año 2002 se derogó como pena para delitos comunes, dejándolo exclusivamente para delitos militares en tiempos de guerra, según lo establece el Código de Justicia Militar. Como se encuentra, por regla general general, derogado en nuestro ordenamiento, su restablecimiento vulneraría en primer lugar, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y la Convención Americana de Derechos Humanos (o Pacto de San José de Costa Rica) y, en segundo lugar, el “Segundo Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Humanos”, ratificado en el año 2001 por Chile, el cual establece directamente que no se ejecutará a ninguna persona sometida a la jurisdicción de un Estado parte del protocolo y, además, en dicho protocolo Chile adquiere la obligación de adoptar las medidas para alcanzar la abolición de la pena de muerte. Una disposición similar existe en el “Protocolo a la Convención Americana sobre DD.HH. relativo a la abolición de la pena de muerte”, el cual también se encuentra ratificado por nuestro país.
Al suscribir dichos instrumentos, los ha hecho parte del derecho interno Chileno, teniendo un rango constitucional al referirse a Derechos Humanos, por lo cual ninguna norma puede establecer la ejecución de la pena de muerte ya que violentaría consigo todo el sistema jurídico interno.
Otro argumento para rechazar la pena de muerte, se vincula los fines de la pena. El principio básico del sistema jurídica es la dignidad de la persona, la cual se refleja en que la pena debe ser un medio por el cual se persiga un objetivo, estas son las denominadas teorías preventivas de la pena. Una de sus modalidades establece que la pena debe ser un mecanismo de intimidación para el resto de la comunidad para que se inhiban de cometer o no un delito, creando una coacción psicológica para el resto de la sociedad, como lo afirmaba Feuerbach; siendo otra variante la justificación de la pena para reafirmar la expectativa que tiene la ciudadanía sobre la vigencia de las normas.
En el mundo, ha quedado de manifiesto que la existencia de la pena de muerte no tiene relación con la reducción de los delitos, es decir, su efecto intimidatorio es relativo, siendo “demasiado hermosa para ser verdadera”, como afirma Hassemer. No existen evidencias estadisticas que permitan sostener esto, ya que en los países donde se ha abolido la tasa de delitos no ha variado.
Lo que estaría trasel regreso de la pena de muerte, tiene mayor relación con un acto de venganza que tendría un sector de la población, cuando surgen hechos delictivos tan criticables, como lo sucedido en Puerto Montt. Pero creemos que hacer pagar con la misma moneda al delincuente que quita la vida a una persona, tergiversa las funciones que tiene el derecho y el sistema procesal sobre nuestras vidas. El Estado tiene rol de impartir justicia de manera racional persiguiendo el bien común, racionalidad que es difícil conseguir en hechos tan deleznables como el ocurrido.
Otro fundamento son los posibles errores judiciales que podrían llevar a un tribunal a condenar a una persona a la pena de muerte, donde hay algunos casos que posteriormente ha descubierto su inocencia. En EE.UU. se han realizado estudios que han arrojado que un 4% de las ejecuciones han sido aplicada a personas inocentes. Esto es más cuestionable, cuando vemos que estos errores recaen sobre sujetos pobres, de raza negra y de escasa educación; por lo cual la aplicación de la misma refleja elementos que sostienen un sistema discriminatorio a la hora de impartir justicia.
Aunque es difícil y nada popular, creemos que se debe modificar la visión que tiene la pena sobre el conjunto de la sociedad. La misma debe tener fines de reinsertar al sujeto en la sociedad una vez que haya cumplido su condena, y, en casos extremos de delitos graves, buscar la neutralización del delincuente a través de la cadena perpetua.
Creemos que otras propuestas formuladas a raíz del crimen de Sophia son pertinentes, pero volver a instalar el debate en torno a la pena de muerte es un retroceso y significa socavar bases esenciales de un Estado democrático de derecho. El Estado democrático de derechos, debe garantizar la dignidad, la vida y la libertad de las personas, por lo cual creemos que el Estado no se puede arrogar facultades punitivas para privar de la vida a un sujeto que haya cometido un delito, lo cual no es sólo contrario a los tratados internacionales de DD.HH. que ha suscrito, sino que es contrario a las bases del Estado moderno.

Presidenta Bachelet firmó creación de la Red de Parques de la Patagonia: Contempla 4 millones de hectáreas

Presidenta Bachelet firmó creación de la Red de Parques de la Patagonia: Contempla 4 millones de hectáreas


La Presidenta Michelle Bachelet llegó hasta Cochrane, en la Región de Aysén, para firmar los decretos que crean la Red de Parques Nacionales de la Patagonia, como legado del fallecido Douglas Tompkins.

Lo que hoy nos reúne es la historia de un sueño. Nacido del amor simple y franco a esta tierra, fue ese sueño el que permitió superar la incomprensión, aunar voluntades y el que terminó por convertirse en política de Estado”, dijo la Mandataria frente a Kristine Tompkins, la viuda del ecologista estadounidense.

“Kris, no creo equivocarme al decir que Douglas Tompkins estaría sonriendo al comprobar que estaba en lo cierto y que su legado está más vivo que nunca. Porque desde ahora el Estado de Chile tiene el deber de valorar, preservar y potenciar la riqueza natural de la Patagonia”, resaltó.

El proyecto considera ocho áreas, las que involucran una superficie total aproximada de 4.519.713 hectáreas. Contempla predios de actuales áreas protegidas, algunos fiscales a anexar y otros aportados por entidades privadas donantes.

En esa línea, Bachelet remarcó que “con estas hermosas tierras, sus bosques, sus ecosistemas privilegiados, seguimos avanzando en una red de parques que llegará a más de 4 millones de hectáreas. De esta forma, los parques nacionales aumentarán su superficie en 38,5 por ciento y alcanzarán un 81,1 por ciento del total de áreas protegidas en Chile”.

Así, la Mandataria remarcó que “no sólo es un esfuerzo sin precedentes de preservación; es también una invitación a imaginar sin más demoras formas de ocupar racionalmente nuestra tierra, de crear otras actividades económicas, de usar los recursos naturales sin depredarlos. Dicho de otro modo, de generar desarrollo sostenible, el único desarrollo rentable en el largo plazo”.

“Como nunca antes, hemos avanzado en conservación terrestre y marina, en limpiar nuestra matriz energética, en hacer parte a la ciudadanía de un nuevo modo de entender el desarrollo. Es importante decirlo con claridad: no puede haber retroceso“, puntualizó.

“Estos son sus parques”

Kristine Tompkins, conservacionista y viuda de Douglas Tompkins, hizo un llamado al país pidiéndoles proteger estos espacios y disfrutarlos.

“A todos los chilenos, estos son vuestros parques, venga, conózcanlos, enamórense de ellos, asómbrense con las criaturas que sienten cada uno de estos parques su hogar, protéjanlos con todo su corazón, los van a llevar a lugares que nunca habían imaginado”, dijo Tompkins.

La Red de Parques de la Patagonia amplía las zonas de conversación de flora y fauna como bosques nativos, glaciares, praderas y el hábitat de huemules.

El director de Conservación de WWF Chile, Rodrigo Catalán, resaltó que “con estos 4,5 millones de hectáreas, Chile resguardará bosques milenarios, especies de flora y fauna únicas y extraordinarias y una de las reservas de agua más puras del planeta. Asimismo, estos parques son un importante reservorio de carbono a nivel global y aportarán a la adaptación ante los efectos del cambio climático en la Patagonia”.

La creación de esta Red de Parques es fruto de la gran visión de Douglas Tompkins, materializada a través de la histórica donación de 407 mil hectáreas por parte de Tompkins Conservation, sumada al decidido apoyo del Gobierno”, agregó Catalán.

“Tenemos grandes motivos para celebrar, pero también es la ocasión para comenzar a trabajar en los principales desafíos que vienen: el diseño de un mecanismo de financiamiento que permita la sostenibilidad futura de la red y el manejo efectivo de los parques para hacer de la conservación una realidad, con participación activa de las comunidades locales, que deben ser las primeras beneficiadas con esta gran oportunidad”, destacó.

Suma urgencia para Servicio Nacional de Biodiversidad

 Tras la ceremonia, el senador Patricio Walker (DC), presidente de la comisión del Medio Ambiente de la Cámara Alta, dio a conocer que la Mandataria pondrá suma urgencia al proyecto de ley que crea el Servicio Nacional de la Biodiversidad y Áreas Protegidas.

“Chile es uno de los pocos países en el mundo que no tiene un servicio especializado para la conservación de la biodiversidad y la administración de los parques nacionales”, dijo Walker, quien considera que esta norma marcará un antes y después en esta materia.

El legislador explicó que con la discusión inmediata “vamos a poder despachar del Senado la primera semana de marzo el Servicio Nacional de la Biodiversidad y Áreas Protegidas”.

Cooperativa.cl