El socialismo chileno es allendista

El socialismo chileno es allendista


Cuando los términos habituales se gastan y/o los partidos o corrientes de opinión quedan atrás de los nuevos fenómenos o realidades surgen nuevas expresiones, que espontánea o intencionalmente tratan de reflejar aquello que los antiguos dichos u organizaciones desactualizados, ya no consiguen.

Este fenómeno se vive en Chile. Las palabras se han gastado y las fuerzas políticas se han desordenado e incluso perdieron la brújula. Como la comedia del absurdo de la UDI que ahora hace oposición al gobierno en que es preponderante. De modo que la situación es fluida y en ciertos casos pintoresca, lo que obliga a un esfuerzo en los diversos actores de adecuarse a las nuevas circunstancias. Lo más fácil es lo que buscan las candidaturas de Lavin y Jadue: polarizar los comicios presidenciales de noviembre próximo en torno a esas opciones, es decir, ganar por el rechazo que recibe el adversario y no por los méritos propios.

Sin embargo, en la reciente segunda vuelta de la elección de gobernadores se reafirmó que un anchísimo sector de opinión no se deja encasillar en esas alternativas. Incluso más, esa ancha vertiente pluralista de chilenas y chilenos comprometidos con las libertades democráticas y la justicia social resultó ganadora en la mayor parte del país. Así, surge inevitablemente la pregunta ¿cómo se identifican esas personas y cómo se definen los partidos y fuerzas políticas que dicen o desean representarles? En tal sentido, hay variedad de ideas y pretensiones.

El término “concertación” ya no expresa lo que se busca, muchos se irritan con solo nombrarla, de modo paradojal, son muy llamativos los hoy críticos que tuvieron altas y repetidas funciones como ministros y otros altos cargos y se ensañan culpando a terceros de las carencias, desaciertos y abandonos en el ejercicio de las tareas y responsabilidades que ellos mismos cumplieron y de las que ahora se desentienden como si entonces hubieran estado en una larga hibernación en el espacio.

La Concertación por la Democracia cumplió su rol y no va a revivir, pero, ante una burda renuncia a lo que alguna vez se fue, se trata de mínima dignidad, de no abjurar del camino que permitió la derrota del dictador y el retorno de la democracia a Chile.

Ahora bien, luego del estallido social no ha surgido un término certero que resuma y aporte a identificar los objetivos y el ancho campo de acuerdos existente entre los partidos y fuerzas democráticas de izquierda y centroizquierda que aspiran al cambio social en democracia, aquellas que piensan que un nuevo bloque de gobierno requiere pilares sólidos, los que se consiguen asegurando la estabilidad democrática y que, por el contrario, reducir el dilema a una opción en el polo derecho y la otra en el extremo izquierdo, repone un escenario nacional propicio para la reactivación del totalitarismo de derecha en las instituciones castrenses, como sucedió en los años 60 y 70, con nefastas consecuencias en Chile y América Latina.

Se indica el concepto de “socialdemócratas” como una posibilidad para lograr una buena definición, pero aunque las raíces europeas de este término se hunden en la fundación del movimiento obrero internacional desde hace más de un siglo y medio, cuando Marx y sus discípulos impulsaron en la Asociación General de Trabajadores de Alemania su conversión en el Partido Socialdemócrata Obrero de Alemania, que luego fue el Partido Socialista Obrero de Alemania y desde 1990 el Partido Socialdemócrata de Alemania.

En esas lejanas décadas del siglo XIX nació el movimiento socialista logrando establecer una vertiente de pensamiento y acción política que se extendió desde Europa por el mundo, luchando por la libertad contra el oscurantismo, por la independencia nacional, la justicia social y la democracia, contra las diversas formas de discriminación y opresión que asolaban la civilización humana.

Luego, superando devastadoras guerras mundiales, los partidos socialistas, laboristas y socialdemócratas trabajaron arduamente instalando el Estado del Bienestar social como su contribución más relevante al progreso de la humanidad, en especial, los países nórdicos de Europa, aparecen como el caso más duradero de una estabilidad democrática lograda desde políticas públicas que significaron, en un extenso período, una sociedad igualitaria.

Sin embargo, en Chile, ante un Partido Socialista de Chile, popular y democrático, autónomo y revolucionario, así también, con la larga lucha del Partido Radical y luego el surgimiento del Partido por la Democracia, el impulso a una formación definida como “socialdemócrata” no alcanzó la misma gravitación que en otras latitudes.

En suma, a lo largo de su dilatada historia política, las fuerzas democráticas de izquierda chilenas recogieron e incorporaron desde su propia perspectiva, en su esfuerzo teórico y práctico, los aportes más trascendentes del pensamiento y el ejercicio de las libertades de las diversas fuerzas socialdemócratas a la lucha por el cambio social en Chile y América Latina.

Por eso, la “vía chilena” hizo historia, porque corrigió la gran carencia de la propuesta del movimiento comunista internacional, el tema de la democracia, señalando que Chile debía avanzar por un camino “inédito”, así lo dijo el Presidente Allende: “con sabor a empanadas y vino tinto”, subrayando “en democracia, pluralismo y libertad”. El socialismo no lucha por el reemplazo de un dictador por otro, sino que por un cambio de las estructuras socioeconómicas e institucionales que garanticen respeto, dignidad, libertad y justicia a la clase trabajadora y al país.

La idea que era necesaria una etapa “transitoria” de negación de las libertades y derechos hasta la consolidación de la nueva sociedad socialista se demostró como una deformación histórica que actuó en contra de los principios socialistas. Como una vergüenza para la izquierda latinoamericana ocurren hoy las acciones liberticidas del régimen dictatorial de Nicaragua empeñado en perpetuarse indefinidamente en el poder en beneficio de un grupo familiar y sus aliados de la oligarquía local.

La razón está a la vista, en la experiencia de la ex Unión Soviética lo transitorio se hizo permanente, el aspecto dictatorial que duraría un lapso, mínimo pero inevitable, en la formación del Estado de obreros y campesinos devino en un autoritarismo burocrático ilimitado en el tiempo que rompió el principio de alternancia y ejercicio pluralista en la conducción del Estado, lo que condujo al “estancamiento”, a la parálisis y la regresión al capitalismo.

En definitiva, la ausencia de democracia posibilitó que las fuerzas regresivas volvieran al poder bajo liderazgo neoliberal y no hubo actor político ni social capaz de defender las conquistas de carácter socialista, logradas en los orígenes de esos procesos revolucionarios, debido a la ausencia de actores políticos y sociales incubada bajo el burocratismo autoritario de esos regímenes. La ausencia de democracia y pluralismo provocó que la irrupción neoliberal no encontró oposición.

Luego del estallido del estallido social y la agobiante crisis por la pandemia, el gran acuerdo entre el socialismo chileno, las fuerzas democráticas de izquierda y la centroizquierda debe perfilar una nueva fisonomía política y social, en correspondencia a las nuevas exigencias del período histórico que atravesamos.

Esa perspectiva mayor potencia tendrá mientras más amplia y decisiva sea la participación ciudadana en la toma de las decisiones fundamentales de esta nueva conjunción de fuerzas democráticas y de cambio social, con vistas a la superación del modelo neoliberal y en compromiso vital con un Estado social de Derechos.

Por su parte, el socialismo chileno por sus raíces populares y transformadoras es, en esencia, “allendista”, porque el legado del Presidente mártir señala con la mayor nitidez y vigor la naturaleza democrática y reformadora del proyecto político que sostenemos y promovemos para Chile.

Camilo Escalona, expresidente del Partido Socialista de Chile 

Lanzan “Cuadernos de formación regional y municipal”

Lanzan “Cuadernos de formación regional y municipal”


El Partido Socialista de Chile, a través de su Secretaría Nacional de Desarrollo Regional y Local, se encuentra realizando una serie de iniciativas de formación para sus mandatarios de los ámbitos regional y municipal.

Es así como antes de las elecciones del 15 y 16 mayo, se lanzaron los dos primeros números de los “Cuadernos de formación regional y municipal”, textos basados en el libro “Las huellas del futuro: apuntes municipales para una nueva Constitución”, publicado en octubre de 2020 por María José Becerra, economista, e Iván Borcoski González.

Borcoski contó que mientras el primer cuaderno efectúa un recorrido de los últimos 50 años en materias de descentralización, el segundo aborda el componente financiero, profundizando sobre el Fondo Nacional de Desarrollo Regional y el Fondo Común Municipal.

Por otro lado, el próximo 9 y 10 de julio, de acuerdo a Borcoski, se realizará una escuela de alcance nacional con las y los socialistas electos en las elecciones municipales y regionales. “La idea es que nuestras autoridades municipales cuenten con documentos para consulta y formación”, afirmó.

Descarga aquí el cuaderno 1 y el cuaderno 2

Álvaro Elizalde, presidente del PS: “Los que más critican los 30 años tienen hoy como voceros a ilustres figuras de la Concertación”

Álvaro Elizalde, presidente del PS: “Los que más critican los 30 años tienen hoy como voceros a ilustres figuras de la Concertación”


El senador por El Maule cuestiona el tono “sectario” en el que ha caído -a su juicio- el PC y el Frente Amplio y que se vio reflejado en la segunda vuelta por la gobernación metropolitana. Asimismo, subraya que la candidatura de Daniel Jadue (PC) ha enarbolado un discurso crítico respecto a las últimas tres décadas que no se hace cargo del rol de su partido en ese proceso. “Para mirar hacia el futuro, hay que hacer un balance justo del pasado”, subraya. En materia presidencial, en tanto, asegura que no hay margen para que su colectividad vaya directo a primera vuelta con la opción de Paula Narváez. Sin embargo, insiste en que la mejor fórmula para arribar a una alternativa común con la Democracia Cristiana es la primaria convencional.

Pregunta: El fin de semana pasado pareciera haber resurgido una especie de “orgullo” del electorado de lo que fue la Concertación. Tras el tono beligerante que desplegó la candidata del FA y el PC, finalmente Claudio Orrego se llevó el triunfo en la RM. ¿Cómo lo lee?

Respuesta: Fue un buen resultado para Unidad Constituyente y para el PS en particular, pero sobre todo fue una debacle para las fuerzas conservadoras. De 16 regiones, solo una será gobernada por la derecha. En todo caso, creo que la principal lección de lo que pasó el fin de semana pasado es que para promover cambios se debe construir mayorías amplias. La exclusión y el sectarismo terminan siendo opciones de minoría.

Pregunta: Parte del FA y el PC dice que ustedes ganaron gracias a la derecha…

Respuesta: Claudio Orrego no pidió los votos de la derecha. Pero en democracia son los ciudadanos los que deciden. Y si alguien quiere una elección se realice con un padrón parcial, bueno, para eso existen las primarias. Y fue el FA el que se negó a participar en primarias con nuestro sector.

Pregunta: En esa pugna quedaron expuestas dos visiones polarizadas de lo que fueron los últimos 30 años. ¿Cómo ve este complejo que hay en su sector por reivindicar a la ex Concertación?

Respuesta: Insisto, no hay que sobre interpretar. La pregunta es cuál debe ser el eje ordenador de la política chilena. El PC ha realizado su campaña centrándose en el pasado, pero desentendiéndose de su propia trayectoria de trabajo conjunto, hasta hace muy poco, con aquellos que ahora tildan de neoliberales. Nosotros, en cambio, creemos que el eje ordenador debe ser cómo se construye una amplia mayoría para impulsar los cambios profundos que demanda la sociedad chilena, pero con gobernabilidad. Cuando Daniel Jadue se refiere como neoliberales a todos quienes no lo apoyan, me da la impresión que está viendo el mundo en blanco y negro. Es similar a aquellos que tildaban de comunistas a todos los que nos oponíamos a la dictadura de Pinochet. Afortunadamente el mundo es multicolor y es lamentable que algunos no puedan distinguirlo.

Pregunta: Le insisto con el tema del complejo… algunos creen que precisamente eso ha sido lo que ha abierto espacio para que el discurso de sectores más radicales permee.

Respuesta: Creo que el pueblo es más sabio de lo que muchos creen, sabe de los avances, sabe también de los errores. Y sabe que para impulsar transformaciones profundas se requiere de grandes mayorías y políticas responsables.

Pregunta: Varios en su mundo han reconocido que el socialismo democrático ha perdido la brújula en términos identitarios y de proyecto político.

Respuesta: ¿Alguien duda de que en Chile se requieren transformaciones sociales profundas? no. ¿Alguien pone en cuestión que esas transformaciones se deben hacer solo en democracia? Tampoco. Es cierto que los partidos socialistas y socialdemócratas en todo el mundo han enfrentado dificultades, muchas veces producto de su experiencia en el gobierno. Pero nuestro ideario sigue vigente.

Pregunta: ¿El estallido social agudizó ese complejo para parte del mundo de la centroizquierda y, particularmente, entre los socialistas?

Respuesta: No tenemos que tener ningún complejo, al contrario. Desde su fundación el PS ha sido un actor protagónico de la historia de Chile que siempre ha actuado sobre la base de convicciones. Tenemos que estar orgullosos de lo avanzado en democracia, pero también debemos ser muy críticos con aquello que no se hizo y con los errores cometidos. Para mirar hacia el futuro, hay que hacer un balance justo del pasado. Llama la atención que los que más critican los 30 años tienen hoy como voceros a ilustres representantes de la Concertación.

Pregunta: ¿A quién se refiere? ¿A Gonzalo Martner?

Respuesta: Es de público conocimiento que muchos de los que han insistido en que no deben seguir gobernando los mismos de siempre y que hoy han asumido roles importantes en las campañas del FA y el PC, jugaron roles relevantes en los gobiernos de la Concertación y, de hecho, de sus épocas más criticadas.

Pregunta: Lo llevaba al 18-O porque su partido tendió a inclinarse hacia la izquierda y hace poco llegaron a estar dispuestos a romper el eje histórico con la DC. ¿Fue un error?

Respuesta: Nuestra apuesta no es romper sino construir. No fue un error sino una clara opción por la unidad que no dio resultado porque otros se negaron. Respecto del estallido social le puedo decir que nosotros compartimos un diagnóstico común con muchas fuerzas políticas. La desigualdad, la naturalización del abuso de la instituciones y las grandes empresas, así como también la hiperinflación de expectativas -generada también por este propio gobierno- hicieron que el malestar social acumulado estallara. Pero el malestar no es una cosa nueva en Chile. Y hay a quienes se les olvida que la derecha, abusando de la Constitución del 80, de forma contumaz se opuso a los cambios.

Pregunta: ¿Quedó demostrado que el camino del PS no es con la izquierda y es con el centro y sus aliados históricos?

Respuesta: El PS es un partido de izquierda, que cree en la igualdad, la libertad y la democracia. Y estamos convencidos que desde la izquierda se debe construir una amplia mayoría para cambiar Chile, lo que exige un entendimiento con todos, incluyendo el centro progresista. Por eso hemos defendido la tesis de la unidad sin exclusiones. Los cambios que perduran son aquellos que se realizan con mayorías sólidas y responsabilidad.

Pregunta: ¿Pero qué los diferencia hoy día respecto del proyecto que propone Daniel Jadue o Gabriel Boric?

Respuesta: Representamos una opción de transformaciones profundas, pero con gobernabilidad, cambios que perduren en el tiempo. Por el contrario, la lógica del todo o nada, con sectarismo y sin vocación de mayoría puede terminar en nada, y ese costo finalmente lo paga el pueblo de Chile.

Pregunta: ¿Marca ese hito un evento irreconciliable con el PC y el FA o se ve, por ejemplo, gobernando con ellos en un futuro próximo?

Respuesta: En política no hay eventos irreconciliables, pero sí hay principios y para nosotros la democracia, la diversidad, el pluralismo y la inclusión son valores fundamentales. El PC y el FA están construyendo un proyecto electoral que probablemente nos enfrentará en noviembre. Y espero que todos aprendan la lección: para promover cambios, como los que demanda la ciudadanía, se requiere construir mayorías.

Pregunta: Lo llevo ahora al plano presidencial. Al hablar con los socialistas pareciera haber un consenso en que la candidatura de Paula Narváez ya no despegó ¿Por qué no sincerar eso?

Respuesta: A medida que la candidatura de Paula Narváez exponga el proyecto que tiene para concursar, estoy seguro que aumentará su valoración en la ciudadanía. Ella representa una opción de cambio, pero con gobernabilidad.

Pregunta: ¿Hay tiempo para revertirlo? En su propio partido algunos transmiten un respaldo a Yasna Provoste, la ven como una opción más competitiva para el sector.

Respuesta: Nuestra candidata es Paula Narváez y, por lo tanto, esperamos competir en una primaria ciudadana por una candidatura común.

Pregunta: ¿Y qué opinión tiene usted sobre el liderazgo de la presidenta del Senado?

Respuesta: Por Yasna Provoste tengo el mayor de los respetos, creo que ha desempeñado una gran labor.

Pregunta: La DC ya ha manifestado sus dudas sobre la opción de una primaria convencional…¿Lo ve viable?

Respuesta: Nuestra opción es una primaria convencional y ciudadana y vamos a insistir en eso.

Pregunta: Usted decía que era contradictorio que la DC no quisiera competir si creían que realmente tenían mejores opciones de imponerse ¿A qué atribuye esa resistencia?

Respuesta: Habrá que preguntarle a la DC, pero en todo caso ellos no han tomado una decisión formal sobre este tema. Lo más importante es el compromiso que adquirimos con Carmen Frei (DC) y Heraldo Muñoz (PPD) para concursar por el apoyo ciudadano con una candidatura presidencial unitaria, una lista parlamentaria común y un programa conjunto.

Pregunta: ¿Qué hará su partido si la DC no cede? ¿Hay margen para ir a una primera vuelta?

Respuesta: No hay margen para llegar con candidaturas por separado a primera vuelta, porque eso significaría dar la batalla por perdida. Nosotros vamos a insistir en las primarias convencionales.

Pregunta: ¿Ve posible que el PS le pida a su candidata declinar su opción?

Respuesta: No.

Pregunta: ¿Entonces cómo se resuelve? ¿Es ella la que tiene que dar un paso al costado, si el escenario se mantiene?

Respuesta: Yo no hago política de ficción, los socialistas esperamos que la candidatura unitaria se resuelva democráticamente.

Pregunta: Desde el comando de la candidata han acusado falta de apoyo de su directiva, sobre todo, en términos económicos. ¿Cuánto ha apoyado el PS ha su opción?

Respuesta: El PS ha apoyado y está apoyando a Paula Narváez. Tiene todo el respaldo político y también, siempre en el marco de la ley, todo el apoyo financiero necesario para desplegar su candidatura.

PS invita a primarias convencionales y ciudadanas para candidatura presidencial unitaria

PS invita a primarias convencionales y ciudadanas para candidatura presidencial unitaria


En relación con los desafíos que el país tiene por delante, el Partido Socialista de Chile declara:

1.- Agradecemos a los cientos de miles de ciudadanos y ciudadanas que han expresado su apoyo, en las últimas semanas, a las candidatas y los candidatos del Partido Socialista de Chile, cuyo resultado ha concluido en la elección del colectivo de convencionales constituyentes más importante de los partidos de oposición, cuatro gobernadores regionales, así como también de un número significativo de alcaldesas y alcaldes, y concejalas y concejales. Agradecemos también el esfuerzo, compromiso y lealtad de las y los militantes socialistas a lo largo y ancho de todo Chile.

2.- En dicho contexto, el Partido Socialista bregará por una candidatura presidencial unitaria, acompañada de una lista parlamentaria conjunta y un programa participativo e inclusivo, que responda a las necesidades que la ciudadanía ha expresado en las calles y en las urnas.

3.- Arribar a una candidatura unitaria requiere del esfuerzo de todas y todos. En ese marco, invitamos a todos los actores comprometidos con los cambios que Chile demanda a participar en una primaria convencional y ciudadana, pues representa un mecanismo democrático que dotará de fuerza y legitimidad a dicha candidatura, cuyo propósito es impedir que la derecha se mantenga en el gobierno y reinaugurar un horizonte de transformaciones para Chile.

COMISIÓN POLÍTICA PARTIDO SOCIALISTA DE CHILE

Declaración de presidentes del PS, PPD y DC sobre definiciones presidenciales y parlamentarias

Declaración de presidentes del PS, PPD y DC sobre definiciones presidenciales y parlamentarias


La presidenta de la Democracia Cristiana, Carmen Frei, y los presidentes de los partidos Por la Democracia y Socialista de Chile, Heraldo Muñoz y Álvaro Elizalde, respectivamente, se reunieron este lunes 14 de junio y acordaron lo siguiente:

1.- Valorar el respaldo que la ciudadanía otorgó a los candidatos y candidatas de la Unidad Constituyente en la segunda vuelta de la elección de gobernadoras y gobernadores regionales. Asumimos dicho apoyo ciudadano con humildad y con un sentido de responsabilidad que exige redoblar los esfuerzos hacia la unidad de las fuerzas sociales y políticas comprometidas con los cambios profundos que Chile demanda, en el marco de la institucionalidad democrática.

2.- Promover la generación de una alternativa de Gobierno respecto a la derecha que hoy, desde La Moneda, ha llevado adelante una gestión desastrosa y desconectada de las demandas ciudadanas. Ello exige impulsar un programa de cambios, inclusivo y participativo, que responda a las demandas del pueblo de Chile.

3.- Reiterar el propósito de buscar la unidad, expresada tanto en las elecciones del 15 y 16 de mayo, así como en la segunda vuelta del 13 de junio recién pasado. Por lo anterior, acordamos impulsar, junto a otras fuerzas políticas progresistas, un proceso de convergencia para arribar a una opción presidencial unitaria y una lista parlamentaria común que represente un programa de transformaciones profundas para avanzar hacia un Chile más justo, gobernable y democrático.