Los socialistas estamos convencidos de la importancia de construir mayorías para impulsar cambios en democracia. Por ello hemos jugado un rol protagónico en el entendimiento de la izquierda con el centro, promoviendo amplios acuerdos que han sido fundamentales para la recuperación de la democracia y el progreso de Chile. Nuestra conducta de décadas avala nuestra vocación unitaria.
La derecha no cree en la educación de calidad como un derecho, en la necesidad de resolver el drama de las pensiones en Chile ni en la importancia de avanzar hacia una Constitución nacida en democracia. Asistimos a un intento por poner marcha atrás a las conquistas sociales de los últimos años a través de una regresión conservadora y mercantilista. Por ello hoy es especialmente necesaria la unidad de todos los progresistas.
En este marco hemos expresado insistentemente la necesidad de arribar a un acuerdo amplio de todos los partidos de la Nueva Mayoría en torno a una candidatura única a la presidencia, elegida a través de una primaria ciudadana, comprometida con la construcción de un Chile más justo y democrático.
Por ello no compartimos la decisión adoptada por la Junta de la Democracia Cristiana de competir en primera vuelta de forma separada de los demás partidos de la coalición.
No entendemos el sentido de una decisión que desecha el entendimiento entre la
izquierda y el centro político, tal como se ha expresado exitosamente en todas las elecciones desde que recuperáramos la democracia, a través de una candidatura unitaria a la presidencia de la República.
Dos candidaturas presidenciales generan dispersión. Además inviabilizan el acuerdo parlamentario y dificultan el consenso programático, cuando por su propia naturaleza la competencia electoral genera una tendencia hacia la diferenciación.
La decisión de la Democracia Cristiana cambia de manera sustantiva la forma en que hasta ahora se ha expresado exitosamente el entendimiento entre la izquierda y el centro político. Pese a ello, seguiremos bregando por este entendimiento ante los desafíos de consolidar una agenda de cambios y transformaciones para un futuro mejor para todas las chilenas y chilenos.